miércoles, 14 de octubre de 2015

Benito Sansón de Peyo


Si decimos Peyo la gran mayoría asociará este nombre a los Pitufos, su creación más exitosa. Esa serie que nació como un "spin off" (usando terminología televisiva) de "Johan y Pirluit" terminó fagocitando la obra del belga. La adaptación de Hanna-Barbera triunfó en audiencias en todo el mundo pero eso no impidió que Peyo quisiera seguir controlando a sus personajes. Decisión valiente teniendo en cuenta que tendría que discutir con una poderosa corporación internacional... y eso finalmente le costó la salud. Durante décadas sólo los Pitufos eran reeditados continuamente e incluso habían sido "tomados" por otros autores (incluido su hijo) que han asegurado su continuidad pero en los últimos años se ha vivido una revalorización de "las otras series" de este genio del cómic. En España Dolmen Editorial nos ha regalado los volúmenes integrales de "Johan y Pirluit" y ahora lanzan "Benito Sansón". 


En nuestro país este personaje había tenido una efímera y errática vida a través de la revista "Strong", los álbumes de Argos Juvenil y los de Casals en castellano, catalán (Benet Tallaferro) y gallego (Bieito Fendeferro). Curiosamente, para la edición en castellano usaron el nombre de Valentín Acero, quizás por problemas con los derechos de las anteriores ediciones. Olvidáos de estas publicaciones, tenían un color indescriptible y una rotulación horrible, nada que ver con la flamante edición de Dolmen, que refuerza el entintado original de Peyo y la rotulación siempre eficaz de Fernando Fuentes, que suele respetar la fuente original, en este caso la  de "Spirou", la revista donde apareció por primera vez en 1961 Benito (o Valentín, para los nostálgicos).

 

En realidad Benito no había sido creado para la popularísima "Spirou" donde Peyo trabajaba junto a sus amigos Franquin, Roba y Morris, un cuarteto mágico del cómic franco-belga y no olvidemos al redactor jefe Yvan Delporte que supo sacar lo mejor de estos autores-estrella y de otros que estaban comenzando y eran ya la generación que tomaría el relevo años más tarde. Este chavalín estaba destinado al periódico "Le Soir" donde Peyo publicaba desde los cuarenta gags del gato "Poussy" que había sido "robado" por Dupuis a principios de la década de los 60. El dibujante se sentía un poco traidor hacia el diario y por eso decidió crear una serie para sustituir a su minimo pero cuando el señor Dupuis vio los bocetos de Sansón decidió quedárselo también. Por cierto, finalmente Peyo desarrolló "Jacky et Célestin" para "Le Soir" aunque sólo se encargó de los guiones.


Benito Sansón es un niño que posee una fuerza descomunal. Es capaz, además, de dar enormes saltos y correr a gran velocidad pero tiene un punto débil: los resfriados le convierten en un niño normal... y estos siempre llegan en el peor momento. Los lectores sabían que en cada aventura Benito se constiparía justo cuando necesitaba ayudar a alguien pero eso no hacía sus historias menos interesantes, todo lo contrario, sabíamos que este incoveniente las haría mucho más emocionantes. Sus mocos eran tan esperados como los cameos de Hitchcock en sus propias películas.
   Esta es una obra colaborativa desde el principio. Peyo no se consideraba cómodo en el entorno urbano así que le pidió a Will (Tif et Tondu) que le ayudara tal y como había hecho con Franquin en Spirou. Pero hay más: El mismísimo Franquin había realizado los bocetos iniciales del personaje y más adelante Roba y Walthéry también ayudarían. Este último se encargó de la serie más adelante antes de crear a su famosa azafata de vuelo Natacha (de la que hablamos hace poco y que también está siendo editada aquí por Dolmen).
   El primer integral de esta colección incluye sus dos primeras aventuras "Los taxis rojos" (1961) y "La señora Adolfina" (1963) y vienen acompañadas de unos interesantísimas extras que nos ayudarán a contextualizar la serie.